El domingo pasado tuvo lugar la primera marcha de bici de Montaña que organizaba el Valle de Losa.
Hubo opiniones de todo tipo pero, lo cierto es que, muchos de los participantes apuntaron que se trataba de una marcha asequible, muy ciclable y que el paisaje del recorrido era muy bonito.
Acompañó el buen tiempo y eso permitió a los innumerables campos de cebada y trigo que salpican el recorrido, mostrar su mejor gama de verdes. La ruta transcurría por algunos puntos emblemáticos del Valle de Losa como lo es la famosa peña con forma de barco de San Pantaleón de Losa y también otros menos conocidos como la lobera de Perex, los montes de Río de Losa o los alrededores de Villaluenga, Calzada, Lastras de la Torre y Quincoces de Yuso.
Los participantes comenzaron con el entrenamiento físico mucho antes del pistoletazo de salida porque entre los obsequios de la marcha, los losinos decidimos repartir de uno de sus productos estrella: sacos de 10 kilos de patatas losinas. Y entre estos detalles tampoco podía faltar una representación de otros productos gastronómicos del valle como son el queso de oveja de Llorengoz y la morcilla de arroz de Quincoces.
Éramos primerizos. Hubo errores, no lo vamos a negar. Ya se ha tomado buena cuenta de ellos para advertírselos a quienes tomen el relevo.
No obstante, en esta publicación me voy a centrar en valorar las cosas que -a mi juicio- considero positivas. Por mi parte puedo decir que he aprendido mucho con este proceso:
- Me encanta como quedó el diseño del cartel y la promoción de las bolsas
- Me complace que se sugieriera la inclusión de productos artesanos de la zona y se convirtiera en una realidad
- He descubierto que el cortamatos no es un instrumento que funciona con gasolina
- Ahora sé que cuando te hacen responsable de una llave debes atártela al cuello con siete vueltas
- También sé que es posible realizar actividades de ocio y entretenimiento diferentes hasta las ahora existentes y dar a conocer al Valle de Losa a través de ellas.
- Y la marcha me ha brindado la oportunidad de colaborar y conocer a vecinos de los pueblos colindantes y también, gracias al encargo de vigilar las bicis en la puerta de las piscinas mientras los participantes usaban las duchas, poder conocer a un montón de bikers que me hicieron olvidar la tensión que genera participar en la organización de un evento de este tipo. Ver trabajar a todos los voluntarios con la mejor de las intenciones y conocer a participantes como los que amenizaron la mañana frente a la entrada de las duchas de las piscinas es lo que te hace comprender que todo el esfuerzo ha merecido la pena.
Aquí os dejo un par de cosas que os pueden interesar:
- Y un pequeño vídeo sobre el recorrido que otro de los participantes grabó con cámara GoPro y, que por cierto, es un crack. (Fijaos en como baja).
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